Hoy nos visita GARGANTA PROFUNDA.

¿Qué tal? ¿Qué os pongo?

Pues nada, marchando unas cervecillas. (Sonrío, pero en el fondo, me estáis tocando un poco los huevecillos, porque con la cerveza se gana poco, y claro, aquella pareja del fondo que sólo consume café y llevan con la misma taza tres cuartos de hora, pues ya no digo nada). ¿Alguno quiere una pinta? (Os digo eso, y excepto un par de avispados al resto os pongo una cañita bien tirada, jajajaja. Es lo que hay).

PIENSO, ergo existo y ROÑICAS donde hay confianza da asquito!!!

RECORDANDO MI PASADO UNIVERSITARIO. Claro, antes de entrar en las milicias, tuve vida y pelo, y amigos, y sonrisas, y, como en el anuncio, lo único que no tenía era caspa. Bueno, ahora tampoco. Cuando en el ochenta y nueve me fui a la universidad (a Santiago estaba de moda) me fui a vivir a una pensión. Wow!!, interesante. Vivía en Santiago de Chile, number one. Ya te puedes imaginar, amigo. La calle de los estudiantes, algo mitológico: las galerías y las chavalazas de farmacia y derecho pasando a todas horas... Oh my God! Era algo importante, muy importante.

Pues... vivía en la pensión de Carolina. Sí, de verdad. No se llamaba, Gervasia o Ataulfa o Seña Engracia, no, no. Se llamaba Carolina, y era (espero que siga siendo) una señora genial. A final de mes, siempre nos prestaba algún dinerillo para salir de fiesta... Y nosotros siempre nos hacíamos los locos a la hora de devolvérselo... y ella siempre decía: "O nejosio é o nejosio".

ENLACE. Eso viene al cuento del tema de las consumiciones, chatis. Aquí somos todos muy amigos, pero  "O nejosio é o nejosio", y punto.

Bueno, pues hoy, como es viernes, y nos lo tomaremos de tranqui, por eso de que mañana es la Festividad de Nuestra Señora del Carmen, y tengo comisión, tenemos en el PUB actuación. Hoy, con nosotros un monologuista de narices, internacionalmente reconocido: GARGANTA PROFUNDA, tal vez, lo hayáis visto en monólogos tan buenos como WATERGATE... en fin... ¡cuñaaooooooo!

Ya sabéis... abrimos a las diez. Veintidos cero cero, para los más puristas.

Schauferman.

NOTA.- Se admiten comentarios, no seamos tímidos, que nos conocemos.